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Despido Improcedente: Qué es y cómo actuar ante esta situación

El despido extingue la relación contractual entre un trabajador y su empleador. Aunque la Ley española exige que el despido esté justificado, en ocasiones los empleadores despiden a sus trabajadores sin que exista justificación conforme a la legislación vigente.

¿Qué es un despido improcedente?

El despido improcedente es un tipo de extinción del vínculo laboral que no cumple con los requisitos exigidos en el artículo 56 del Estatuto de los Trabajadores.

En el caso del despido improcedente, la empresa no puede justificar las razones en las que se fundamenta la terminación de la relación laboral con el trabajador despedido. No obstante, el despido también es improcedente cuando no concurren los requisitos formales que se han de cumplir en el proceso de despido.

Las causas que determinan la improcedencia del despido son las siguientes:

  • Incumplimiento de las formalidades necesarias en el proceso de despido: en este caso, puede ocurrir que el empleador no cumpla con el periodo de preaviso necesario o que no se haga entrega al trabajador de la carta de despido, en la que se deberán detallar las causas de la extinción de la relación laboral.
  • No concurren las causas legales de despido: en este caso, el empleador no acredita las causas en las que se fundamenta el despido. También puede ocurrir que la empresa no pueda acreditar el incumplimiento por parte del empleado.

¿Qué hacer ante un despido improcedente?

La improcedencia de un despido ha de ser declarada judicialmente, siendo el Juez competente el que valorará los hechos y el que determinará si las causas en las que se fundamenta el despido se ajustan o no a Derecho.

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En cualquier caso, el trabajador cuya relación laboral con la empresa haya sido extinguida podrá reclamar la improcedencia del despido siguiendo una serie de pasos. Son los siguientes:

  • Firmar la carta de despido y poner al lado de la firma “no conforme”.
  • Presentar la reclamación a través del Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación de la Comunidad Autónoma en cuestión. Para realizar este trámite, el trabajador dispondrá de un plazo de 20 días hábiles a computar desde la fecha del despido.
  • En el acto de conciliación las partes intentarán llegar a un acuerdo.
  • Si las partes no llegaran a un acuerdo, el trabajador dispondrá de un plazo de 20 días para presentar la correspondiente demanda judicial ante el Tribunal de lo Social. Para realizar este trámite, lo más recomendable es contar con el asesoramiento experto de un abogado laboralista.
  • En la celebración del juicio, las partes presentarán las pruebas en las que fundamenten sus pretensiones. Celebrado el juicio, el Juez competente dictará sentencia.
  • Si el despido es declarado improcedente tras la celebración del juicio, la empresa deberá elegir entre readmitir al trabajador despedido o pagarle la indemnización correspondiente por despido improcedente, cuya cuantía es de 33 días de salario bruto por año trabajado con un máximo de 24 mensualidades.

El proceso de impugnación del despido, a través del que se declarará la improcedencia de este, puede resultar complejo. Sin duda, la mejor opción es acudir a profesionales del Derecho especializados en Derecho Laboral que puedan guiarte durante este proceso.

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